DE LA INNOVACIÓN Y OTROS DEMONIOS

Como dice un amigo mío no eran consultoras de ingeniería de verdad sino empresas que pastoreaban expedientes… y ahora están en la ruina y sus empleados en el paro. Se limitaban a subcontratar a otros que tenían el conocimiento y ellos aportaban la relación con el cliente a cambio de una comisión.

   

Cuando hace ya 15 años apareció un cliente que quería patentar una máquina seleccionadora de cerezas, pensé que realmente existían inventores y que estaban muy cerca en nuestra sociedad… Cuando al cabo de un mes vino otro cliente con otra máquina similar pensé que le intentaba copiar la idea al primero… Cuando vino el tercero ya comprendí que ninguno de los tres era inventor, pero los tres querían la exclusividad para fabricar seleccionadoras de cerezas en su zona… el Valle del Jerte.

  

Cuando una Agrupación Empresarial Innovadora de Extremadura me convocó por primera vez para contar con mis conocimientos, experiencia e iniciativas, me consideré afortunado aunque no me pagaran… Cuando me llamaron por segunda vez pensé que habría que consolidar mi solvencia técnica mediante aquella segunda colaboración altruista… Cuando a la tercera me invitaron a participar como «experto» me pudieron los halagos porque una vez más actué de manera gratuita; creyéndome además, por error, en el derecho de pedir que solicitaran presupuesto a mi empresa para la realización de servicios que estaban subcontratando a empresas no-extremeñas… pero claro: ¿cómo van a saber extremeños hacer esos trabajos? eso es tarea para los de fuera… pensarían. Y lo pensarían los mismos que con una ínfima plantilla ofertan todo tipo de servicios, servicios que tienen que subcontratar continuamente, pero que los venden a través de la conocidísima imagen de las delegaciones regionales de varios monstruos empresariales que forman parte de su agrupación, por compromiso, y que no participan en la prestación de ninguno de los servicios.

 

Ni aquellas consultoras promovieron en ningún momento la creatividad e innovación, ni aquellos inventores eran Da Vincis que aplicaran creatividad e innovación auténticas, ni aquella Agrupación Empresarial Innovadora Extremeña representa, ni incentiva, en ningún momento la INNOVACIÓN EXTREMEÑA, como mucho prostituye la innovación de los de fuera… de los que saben… de los que ellos creen que tienen el conocimiento.

   

¿Estamos de acuerdo en mantener asociaciones que se apelliden «Extremadura», que teóricamente representan la innovación, que no cuenten con los extremeños para desarrollar su actividad? Que quede claro que no representan a Extremadura y mucho menos a la Innovación Extremeña… ¡¡¡con el potencial creativo-innovador que hay en esta región!!!.

 

En fin… «nadie es profeta en su tierra», y si no que se lo pregunten a los Business Angels de moda en las redes sociales, españoles que han tenido que irse a América Latina para ser considerados, y es entonces cuando en España se les hace un pequeño hueco, en una columna o en un blog de un periódico de tirada nacional… eso sí, semi-gratis porque se les está haciendo un gran favor de promoción…

 

No puedo dejar de recordar el gran éxito que están teniendo extremeños fuera de nuestra tierra, con ideas innovadoras con denominación de origen extremeña y que son preciadas en cualquier lugar menos aquí, precisamente en su origen.

    

Termino repitiendo las palabras de José Antonio Monago, Presidente del Gobierno de Extremadura, en el Acto de Conmemoración del XXXIV Aniversario de la Constitución Española:

   

«Soy Extremeño, soy Español… y me gusta como suena».

  

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