Desarmado, desmontado, desnudo e indefenso…
No he perdido esta batalla, pero me rindo ante el adversario, en esta ocasión él estuvo más hábil…
Habrá muchas otras jornadas en las que vengaré mi linaje…
Espero, por esta vez, acepte mi rendición sin deshonrar mi nombre… como un día hiciera Spinola con Nassau, que no permitió que se humillase tras tan heróica derrota en Breda…